El Efecto Silo

Un problema muy habitual en las organizaciones e inherente al sistema de gestión funcional es el efecto SILO. Cada departamento tiene sus propios objetivos y la visión global de la empresa queda en segunda plano o completamente ignorada.

En algunas empresas o momentos dentro de éstas es como si se formaran barreras entre los distintos departamentos, de modo que parecen silos de grano, separados unos de otros.

Existen una serie de síntomas para detectar la existencia del efecto silo:

• Rivalidades internas.

• Falta de coordinación.

• Escasa comunicación entre departamentos.

• Objetivos desalineados.

• Escasa o nula orientación al cliente.

Es de vital importancia conocer el concepto de Proceso Transversal, surgido para eliminar de las organizaciones el efecto silo y de esa manera hacerlas mas competitivas.

Nos encontramos en un contexto de gran competencia y en la que la mejora en las empresas debe hacerse de manera constante, cuestionando lo establecido, apostar por la innovación,... para ello las personas deben interaccionar con eficacia con sus compañeros de otras áreas y tengan una visión global.

Para derribar los muros entre departamentos es pensar en trabajar con procesos transversales centrados en el cliente, un buen inicio es implantar KPIs para los procesos transversales y no pensando únicamente en departamentos.

Cuando se organiza el proceso de manera transversal donde varios departamentos, debe asignarse un propietario del proceso que será la persona que organiza el proceso de principio a fin.

Deben ser dos las misiones que debe llevar a cabo el propietario del proceso:

• Definir los objetivos e indicadores de manera que estén alineados con la estrategia de la organización.

• Encabezar todas las acciones necesarias para que el proceso esté bajo control, mejorarlo de forma continua y que cumple con los objetivos establecidos.